Es lunes. Llueve. Hay
viento. Y en un ratito deberé apechugar con un nuevo día, subiendo mis sesenta
y seis años de abundante humanidad al colectivo y al subte permaneciendo de pie
porque me veo tan joven que no me ceden el asiento, mientras doy gracias a Dios
por tener salud, una familia, buenos amigos, a Mila, Salem y un techo y un
trabajo.Es lunes. Llueve. Hay
viento, y por ahí andan hijos y entenados de casi todos los hiperenriquecidos
“servidores públicos” que se sirven a sí mismos. Pero nos devolvieron a Mila.¡Sí! Es lunes. Llueve.
Hay viento y salimos segundos en fútbol y Messi renunció. Pero Mila estuvo
alojada en la casa de unas ancianas que le dieron calor, cobijo y no aceptaron
recompensa.Sana sana colita de rana
para el alma. Pero también posibilidad de reflexión. Reflexión que va dedicada
especialmente a Mercedes y Fernando, mis hijos.Sí, chicos, a ustedes.
Que se ponen tristes cuando la vida les dice no o cuando tienen que seguir
luchando por conseguir sus sueños. La vida es salir segundo muchas veces, y
tercero y cuarto sin perder más que por un ratito la esperanza y la sonrisa.
Diciéndose: mañana puede ser mejor. Y a pesar de todo mientras hay vida,
siempre hay revancha y esperanza.Lo que pasó anoche es
simplemente la vida. Saber que si Messi puede errar un penal y Pampita (modelo
argentina hermosísima) puede tener cuernos y Maradona puede ser un el Diez (que
no el Dios) y a la vez un hombre con dificultades inmensas en sus vínculos,
nosotros, mortales como todos, podemos equivocarnos, caer y levantarnos sin
perder un ápice de nuestra dignidad humana y ¿por qué no? Nuestra sonrisa.Lo que pasó es,
simplemente la vida. Esta semana ustedes, mis hijos, que discuten hasta por la
temperatura del agua para el baño, recorrieron juntos el barrio y mucho más
buscando a Mila. Fernando: llevaste a Mercedes en tu moto y le tuviste
paciencia mientras tu hermana quería arrancar un Wiemaraner macho de las manos
de su dueña en una veterinaria de Floresta sin darse cuenta de que no era
nuestra pichicha perdida. ( Y ella te abrazó muy fuerte cuando se reencontraron
con la perrita y cuando se subió a tu moto confortada con tu contención y tu
cuidado de hermano). Mientras tanto, por ahí andan hijos y entenados de casi
todos los hiperenriquecidos “servidores públicos” que se sirven a sí mismos
contando billetes, tirando bolsos, sacando cuentas raras en lejanos países. Y
Messi erra un penal y renuncia a la Selección Nacional y otros hijos y
entenados a nivel mundial hacen papelones manchando la pelota.Lo que pasó es
simplemente la vida. Mientras la “China” ponía al borde del colapso a la más
linda hace unos días, haciéndonos pensar que no siempre basta con ser linda,
dos viejitas le daban cien pesos a Mercedes porque no había llevado tanto
dinero encima para volver a casa con Mila en un taxi.Es lunes. Llueve y Messi
erró un penal anoche. Y salimos segundos pero no somos de ninguna manera
fracasados. Los hijos y entenados siguen por ahí portándose muy mal.Pero Mila está en casa
gracias a Dios y a la bondad humana. Y resopla a mi lado mientras lame sus
patas casi sanadas. Y mis hijos son más hermanos que antes. Y por dos horas, penando con la Selección, los argentinos nos
olvidamos de las grietas para sentirnos tan hermanos como Meche y Fer subidos a
la moto en pos de Mila. “Y eso es lo principal”, como diría Doña Juana, la
abuela paterna de mis hijos, una “tana” acostumbrada a perder finales muchas
veces pero a seguir apechugando hasta el final.
#la vida continúa y #que
Messi no renuncie a la Selección ArgentinaCati
Cobas
#la vida continúa y #que Messi no renuncie a la Selección ArgentinaCati Cobas
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