sábado, 5 de junio de 2021

El despertar (primera clase de Stand Up) 2020 En los cursos de la Universidad de Bahía Blanca (UPAMI)


¿Quién me mandó, a esta altura del partido, anotarme en un curso de…stand up? ¿Qué me dio por hacerme la Dalia Gutman … de PAMI?

Encima, el profesor nos dio como tarea… relatar nuestro despertar y primera mañana.

En el avance de la clase del lunes anterior relaté que lo primero que hago al abrir los ojos es buscar mis anteojos. Es que sin ellos no existo.

A veces pienso que los míos tendrían que ser como los celulares, que cuando uno los pierde, si tiene un antiguo teléfono de línea puede llamar al celu y, siempre que no lo haya dejado silenciado, puede encontrarlo. Yo debería tener línea directa a mis anteojos. De otro modo no encuentro ni el inodoro (para uno o dos, según cuadre), que, obviamente, es lo segundo que me toca, junto a la lavada de cara, obviamente.

Dije también que a continuación me desnudaba. En invierno y verano, fundamental el encuentro con mi enemiga: la balanza. Ella marca el comienzo de mis desdichas o mis venturas diarias. ¡Asquerosa! Me envía a un desayuno solo frutas y mate lavao o caféconlecheconalgorico. La mayoría de los días, lo primero.

Este tema del desnudarse me obliga a la tarea de volver a ponerme el pijama y la bata aunque alguna vez me ha pasado correr al teléfono, que está en el living, como una Eva arrugada, cruzando los dedos para que no hubiera vecinos enfrente. Aunque mis vecinos ya deben estar curados de espanto atendiendo a algunos de mis hábitos pandémicos, como animar a mis alumnos invitándolos a dar clase por zoom con capelina o sombrero, por ejemplo, (una forma de divertirnos mientras le damos sin asco a las fracciones o al los múltiplos y divisores).

El final de mi primera mañana se concreta con los mates en el balcón. No me gusta el termo, y adoro mi pava enlozada y decorada con frutillas. Si no tuviera salida la manija y atada con cinta adhesiva sería más que perfecta. Igual la uso, y hago malabares para que no se suelte y termine quemándome porque ya los vecinos pensarían que me ha dado el mal de San Vito al verme esquivando el agua caliente a puro salto.

Así transcurren mis primeras horas. Aunque por ahora no digo a Dalia, ni a humilde Violeta llego, me divertí mucho pensando este primer ejercicio para ustedes…

Cati Cobas

2 comentarios:

Unknown dijo...

Visité tu blog pocas veces, qué ingrata me siento! Es que me cuesta tanto sentarme a leer que siempre lo dejo para más adelante (y ese "más adelante" demora en llegar...) Felicitaciones por haberte anotado en este nuevo desafío de standup!
Cariños
Andrea

CATI COBAS dijo...

Gracias a quien comentó qye se alegra por mi curso de stand up!